imelda

 

* DESESPERACIÓN*
“Desesperación*
Un salto mortal con los pies vendados
y el abismo ante sus ojos,
despierta de un sueño, y se ve
trepando por grandes árboles
que llegan al infinito.
Oye el tronar de nubes negras
que agitadas por el viento huracanado
devuelve a la tierra la furia
que en su interior esconde.
No se oyen aves en el cielo gris
y los habitantes del lugar
escondidos en sus casas
lloran a mares
lo que un día sin saber porque motivo,
perdieron, ante la dejadez
de quien pudo remediarl
Imelda Pérez Delgado.



 

 


 
La imagen puede contener: mesa e interior Recordando”

Pasaron ya varios años
Y el Monumento lució,
en una Semana Santa
que feliz aconteció.
La primavera fue alegre
todo el pueblo allí acudió,
hasta los hijos ausentes
y a la Iglesia la colmó.


Imelda.



 

La imagen puede contener: cielo, nubes y exterior" PARA LEVANTAR EL ÁNIMO"



“El gorrioncillo”

Una mañana temprano
cuando el sol ya despuntaba,
me preguntó un gorrioncillo:
¿Viste pasar a mi amada,
cantando como un jilguero
y sus plumas color paja?
Le contesté amablemente
cuando llegó a mi ventana:
Yo no te puedo ayudar
porque aún, no he visto nada,
el sol no me deja ver
me da de lleno en la cara.

              Imelda Pérez


La imagen puede contener: cielo, árbol, naturaleza y exterior, texto que dice "Imelda"      "LOS ALMENDROS"

          Marzo y un sol deslumbrante
          me ofrecen un largo paseo
          con mi varita de mimbre
          las gafas y un buen sombrero.
          Unos almendros floridos
          encuentro en baldía tierra
          muy cerquita de trigales
          sembrados en pedregueras.
          El cantar de una perdiz
          hasta mis oídos llega
          ¡Que gratitud escucharlo!
          mientras al cielo se eleva.
          Siento que el campo me envuelve
          con un fuerte olor de hierba
          flores por doquier renacen
          Y mis ojos se embelesan…

 

  " ATARDECER"
Cae la tarde con tristeza
y por mi ventana asoma,
 grita el viento su agonía
sacudiendo de las nubes
 denso agua.
Un sonido intermitente
 me golpea las sienes,
con martillos de nostalgia,
hay presagios incesantes
que hieren sin cesar mi alma.
Gris acontecer se vislumbra
en lo que ayer
 era ilusión y bonanza,
ya no cantan golondrinas en la cerca
y  en la tarde, aún se siente
 el  triste eco  de campanas.

                          
 
Imelda  Pérez Delgado
 
“LAS CAMPANILLAS”
     Semillas que a mí me dieron
     adornan hoy mi solar,
     crecen altas y frondosas
     están copando el lugar.
     Todos los días espero
     que florezcan sin tardar,
     tienen agua, sol y sombra
     no se que puede faltar..
     Son flores que yo venero
     mucho se hacen derogar,
     miro el envés de las hojas
     por saber… si  allí están.


Imelda Pérez Delgado
 
  
 
 
 
 " YA NO SE PARECE NADA"
 
   El río que conocía
     dos ramales lo formaba,
     recorría la pradera
     y a las lagunas llenaba.
     El ganado iba a pacer
     cuando ya no trabajaba,
     comía muy buena hierba,
     bebía en sus fuentes claras.
     Pero el tiempo lo cambió
     ya no se parece nada,
     es un profundo  ramal
     que tiene el  agua encharcada.
     Hay mimbreras y juncales
     malas hierbas y retamas
     cuando cae fuerte la lluvia
     el cauce se desparrama.


             Imelda Pérez Delgado

 



 
L A   R U T A   P A R A M E R A
poemas de Imelda Pérez Delgado e ilustraciones de su hija Azucena Guerra Pérez



 










 
36   Haikus de Imelda  2018 - 2020 _______________________________________________________



 
                     
                     
                     
 

                    


                  


                 


                 


                 


                 
          



          

 
           
                             
         
 
           
            
                     
                 

                                                                                                                              
                                                                                                                              
 



“Puede que a veces
no sea tan malo,
sentirse solo,
mira la soledad de esta flor
que sola crece…
y sin embargo
 feliz vivió.”



           Imelda.

  

Las margaritas de mi patio

Al llegar la primavera
verde se pone mi patio,
hay una flor color rosa
que brota de bello cardo

A la flor quiero tocar
pero el cardo me
rechaza.
tampoco la puedo mirar
con sus púas me amenaza.

Hay en mi casa dos patios
cubiertos de margaritas,
también viven varios nardos

con bonitas minutisas.

Con agua clara las riego
y levantan sus cabezas,
ningún capricho les niego,
así se encuentran más bellas.

Si las siego pronto crecen
mis hermosas margaritas,
y muchos collares hacen
unas manos muy bonitas.

Pero al llegar el estío
la hierba ya se reseca,
aunque las riegue el rocío
nunca puede renacerla

Imelda Pérez Delgado
("poemas de naturaleza y vida")


 
 

     “La laguna seca”

            Miro la laguna

            desde el alto puente,

            el agua se ha ido

              será que no llueve.


             Lejos diviso

            un grupo de vacas,

            la ladera seca

            y encinas calladas.


           Ojalá esa nube

            deje caer su agua,

            que inunde el campo

            y la hierba nazca.

           Las vacas sedientas

            hasta ella bajan,

            encontrando tan solo

            pedruscos y pajas.

            La laguna siente

            que está olvidada,

            ni un ave se acerca

            se ve apagada.

            Imelda Pérez Delgado
             Villambroz   2017

 

 



Este tercer poemario de Imelda esta muy bien conseguido, con la personalidad propiay sello que le caracteriza en el trazado que le caracteriza en el trazado de sus poemas. No se rinde a un solo y unico patrón métrico, comparte  variadas estructuras a lo largo  del desarrollo del libro. Encontramos poemas en libertad de versos, sonetos, décim. as, romances y sus propias creaciones que sorprenden por su  logrado ritmo.

También sorpende la  calidad temática de cada romance. Consigue una gran habilidad en el desarrollo y enlazacon acabados en romances realmente bellos. Como siempre, Imelda juega en sus poemas con el relato de todo lo que observa. Sus tema no son solo una fotografía de lo que ve, busca lo mas impactante en el desarrollo de los avatares del destino y de la propia realidad de lo cotidiano. Supera al escepticismo que compartimos muchos de nosotros sin darnos cuenta del valor de los que tenemos en nuestro alredor.

Todo el libro merece una lectura resposada para sacarle el jugo que conlleva. Hay pemas  de verso corto pero que hivanan un ritmo genial y aportan todo un contenido importante. Poemas tambien con garra y otros poemas cargados de añoranzas o recuerdos meritorios de quienes le hacen a uno pensar. En resumen, de un buen trabajo poético y con disciplina valorada ql quehacer de la vida.




poemas de naturaleza y vida
Imelda Pérez Delgado
UNO Editorial       pg. 87
Villambroz 2017
      

Debo de reconocer que en el mundo de la poesía, se encuentra uno a veces con las sorpresas más halagadoras y enternecedoras de personas que sin haber tenido la ocasión de una formación rigurosa en la técnica poética, consiguen un entramado de versos, vibrante, armónico y con toda una belleza de rigurosa espontaneidad y buen quehacer lingüístico. Tal es el caso de María Imelda Pérez Delgado.
Imelda nació a finales de 1949 en Villambroz, un pueblecito en las cercanías y páramos de Saldaña, provincia de Palencia. Iniciada en el campo, labores veraniegas de la era y trilla, saboreando desde pequeña la espectacular grandeza de las enormes llanuras de Castilla, con sus adorables amaneceres y puestas de sol. Tuvo una buena educación de joven en el colegio de las Filipenses en la capital.

Leyendo este libro titulado “poemas de naturaleza y vida” de Imelda, uno llega a comprender la gran percepción humanística y poética de esta amante del verso. Sus poemas se identifican con lo que observa y traslada un fiel retrato de todo su entorno, devolviendo a la vida recuerdos y vivencias actuales, y llenando páginas impregnadas de las más tiernas emociones arrancadas de los propios avatares del momento y de la vida.
Todo su discurso clarificado en versos y en dos partes, lo programa en el libro como poemas de "Naturaleza y vida", correspondiendo a la primera parte, "la Naturaleza", todo lo relacionado con lo que se ve. Su observación no tiene límites y desgrana sus versos en poemas como "Amaneciendo en el campo". "La fuente del hontín", "Las margaritas de mi patio", "La serpiente y el sapo".
En la seguelegancia parte del libro recoge con elegancia calados de grandeza humana, con todo el sabor y colorido de la "Vida" misma. Todo en poemas cargados en sentimientos y en donde el paisaje redondea los avatares del entusiasmo, con todo lo que dan de sí los pormenores de la propia existencia , donde a veces se ríe, donde veces se llora. Así encontramos poemas como "La vida a diluierse", "Sueños del alma", "La vela", "La felcidad", "Mísera vida".
Estoy seguro de que el lector quedará complacido en la lectura de este entretenido y logrado libro "Poemas de naturaleza y vida", donde la palabra cala directamente al corazón y a la mente, transmite su fondo de ternura y nobleza heredada de la patria chica, asentada en Villambroz, gente de sencillez y arraigo de transparente entusiasmo y calidad de vida.
Mi aplauso a Imelda, sin olvidar a su padre, Señor Esteban, cartero también en mi pueblo y a quien tantos favores le quedé a deber.

Máximo Pérez Gonzalo



 

“Mi cigüeña”.

Seis nidos hay en mi pueblo 
cual por cual es más bonito
,
a todos ellos admiro,
pero  este es  mi preferido.

Yo miro por la ventana,
una estrella resplandece,
perdida está mi mirada,
porque muy tarde  amanece.

El tiempo se me hace eterno
porque al nido, nunca  llega,
ansío  pase  el invierno
para tenerla muy cerca.

Ya está aquí la primavera
la cigüeña está en el nido
esperando a su pareja,
pues su buche está vacío.

La cigüeña marcha,  y vuelve

 con su pico muy relleno,
el nido se hace muy grande,
pronto le verá completo.

La cigüeña es muy sensata,
para que nadie la toque,
está  criando a su familia
en lo alto de aquella  torre.

La cigüeña no descansa
cada año vuelve a su nido, 
y con  esmero trabaja,
terminando lo que no hizo.

Al amanecer de  un día
tremendo ruido escuché,
mirando por mi ventana
al nido  no divisé.

La tormenta descargó
la  lluvia con su  granizo,
tanta fuerza desprendió
que con  furia, tiró el nido.

El  verano va a acabar
mi amiga pronto se irá
viejas tierras va a  buscar, 
y  feliz descansará.

Yo me quedaré apenada
esperando con nostalgia,
que vuelva la primavera,
y  verla  por mi  ventana.

Imelda Pérez Delgado.

“El guindal de mi huerto”

Vive un guindal en mi huerto
Que se eleva majestuoso;
Desnudo le deja otoño,
Y así,  se ve como muerto.
 

La primavera ha llegado,

Se  cubre de verdes hojas,
Brotándole flores blancas
de  suave  color rosado.

El guindal ya tiene fruto

Las aves ansiosas velan
Que los frutos enrojezcan,
Para así, saciar su  gusto.
 Yo los miro con recelo
Pues me atraen mucho las guindas,
Pican y pican con ganas
Hasta quedar sin resuello.


 Cuando se acaba el banquete
Ya solo queda el rampojo
Yo me quedo sin mi antojo,Y  h
asta el próximo ¡si viene
!
Imelda Pérez Delgado.


“Un ocaso “

Mi puesta de sol hermosa
tantos días siguiéndote,
fui tras de ti fatigosa
hasta que logré cogerte.

Con colores irisados
pues no faltaba ninguno,
amarillos, azul, rojos
violetas, verde y morado.

Un poniente espectacular
detrás de árboles mirando,
y la luz batía al cruzar
por salir de allí jugando.

Tantas veces le he mirado
en este pequeño pueblo,
por muchos años que viva 
"Tampoco podré olvidarlo"

Villambroz 2014
Imelda Pérez Delgado


 
 

“Humilde flor”.

Soy una flor muy sencilla
Y  trigales yo decoro,
Pero mucho  yo me enojo
Cuando un ave me mancilla.

Mi germen,  pequeño es,
Nazco blanca, poca cosa,
En mi niñez, color rosa
Y roja, cuando tú me ves.

Luzco, siempre un ojo  negro 
En el centro  de mi cara,
Como de mirar no para
Sin querer, lo veo todo.

También hasta  soy celosa,
Y  tengo  poco que dar,
Pero no puedo aceptar
Que me veas tan hermosa.

 El campo verde es mi hogar
El viento me zarandea,
Yo me mantengo muy tensa
Hasta que le oigo parar.

 Cuando el estío asola,
Yo voy perdiendo mi empaque,
Por si no adivinaste,
¡Soy, una “humilde  amapola”!

 Villambroz-30-Abril-2014.

Imelda Pérez Delgado.



 
 
 
 
 

 

 
 
 
 
 
 
“Montañas nevadas”

Esa Cordillera blanca
Que veo desde mi pueblo,
Forma parte de mi vida
Desde que razón yo tengo.            
 
Montañas altas y blancas
Que se asoman muy ufanas,
Sobre llanuras muy amplias,
Cañada y eras tan anchas.

Os miro cuando levanto
En las mañanitas claras,
En sueños traeros  quiero
Y acercaros a estas casas.

Cuando voy a otro lugar
Comparo el paisaje y veo,
Que no puedo localizar
Lo que aquí, yo  encuentro.

Me embelesa tu blancura,
Y a mi niñez me recuerda,
Pues al salir de la escuela
Me cegaba tu hermosura.

Siempre tendré en mi retina
Esa cordillera blanca,
Por muchos años que viva
"No olvidaré la montaña"



“La Mariposa perdida”

 ¿A dónde vas mariposa con tanto frío?
¡Mariposa, mariposa!

  ¿Te quieres venir conmigo?
Yo te llevaré a un lugar,
donde florece el tomillo,
 el cantueso y el romero.

 El sol te calentará,
y cuando llegue la noche
las estrellas lucirán;
y  tus bellos colores
tanta  luz recibirán
que  a las pequeñas luciérnagas
mucha envidia les dará.

 Tu vida será tan bella
y a mí tan feliz me harás
que  aunque vengan malos tiempos
no lo habremos de notar. 

 ¡Mariposa, mariposa!
¿Vendrás a ese lugar? 
   

 Imelda Pérez Delgado

“Evocaciones”

 

Cuantas veces seguí tu senda 
Camino llano y  estrecho,
Desde que  pequeña fuera
Contigo soñé en el lecho.

Con tu serpentina forma,
Mirando al norte lejano,
Con barbechos y retama,
Centenos en el verano.

 Ayer te volví a recorrer
Después de algunos años,
Volviendo a reconocer
Tu  suelo con esos cantos.

 Recuerdo tiempos felices,
En los que pasé cantando;
Ahora  lleno de flores
Contigo,  muy bien surcado

 L as altaneras hargomas
Cantueso formando ramos,
Amapolas  y retamas
También flores en los cardos.

 Bonitas flores moradas
De colores te inundaban,
A los campos y veredas
Y  por tu lomo trepaban.

 El ocaso iba viniendo,
El sol cantaba su nana,
Las flores se iban durmiendo,
Para esperar la mañana.

 Con los carros soñarías
Pues en otro tiempo pasaban;
Las flores también dormidas
Y las aves descansaban.

Ya  la aurora se acerca,
Las flores se desperezan,
El rocío lava su cara,
Y allí,  tranquilos esperan.

 Villambroz-29-Mayo-2014.

Imelda Pérez Delgado



LA GATITA “NINOT”

Una gatita yo tengo

 muy pequeña todavía

 Ninot la he puesto de nombre

 por ser indultada un  día.

Se me esconde en un rincón

 cuando la llevo comida,

pero si me doy la vuelta

 se me acerca mimosina.

Me gusta cogerla en brazos

aunque  se siente perdida,

entonces viene su madre

 corriendo con mucha prisa.

Gris azulado sus ojos

su pelo color ceniza

es una bolita suave

de tela de muselina.

Pasa las horas durmiendo,

en una caja amarilla

que pinté con gran cariño

cuando yo era una chiquilla.

 

Imelda Pérez Delgado       2019





“Un paseo virtual”

 Paseando por el campo una mañana
encontré una golondrina en su nido,
me contó, que un gavilán escondido, 
cantaba por las noches una nana.  

También encontré una blanca ardilla
que corría feliz de pino en pino,
me contó, que una gacela amarilla
jugaba al escondite en un endrino.

Cantando por el camino seguí, 
y me encontré a un alimoche contento,
me contó, que un bonito colibrí
vivía escondido en un majoleto. 

Proseguí feliz mi paseo matinal
de bruces me di, con un jabalí,
me contó, que terminaría mal
que cambiara el rumbo; y me fui de allí. 

Fatigado,  a un cerro muy alto llegué,
y asombrado quedé, cuando pude ver
a esos animales que yo encontré,
riéndose de mí ¡hasta más no poder!.

Y terminó el paseo o ¡quizás mi sueño!
pues ni tu ni yo, nunca lo sabremos,
el inconsciente es sabio y se cree dueño
de todos nuestros pesares y anhelos.

Imelda Pérez Delgado

 

“Infeliz higuera”

  ¿Por qué tus manos segaron,
altiva y frondosa higuera,
dejándote malherida
que hasta tus brazos lloraron?

 Tus tallos fueron sesgados
y tus hijos se apenaban,
pues perdidos se encontraban
al ver talar sin reparos.

Grandes hojas tu lucías
dando sombra a aquel lugar,
aves  iban a descansar
y  a las flores  protegías.

Pena sentimos al verte 
con tus bracitos desnudos,
quedándonos hasta mudos
¡No  pudimos consolarte!

No verás  más primaveras
que vengan a   saludarte;
ni aves vendrán a cantarte
¡ bajarán a otras higueras!

 Tu tronco será  apeadero 
de unos hermosos  geranios,
las ramas en los inviernos 
darán calor al  brasero 

Imelda Pérez Delgado



“La Serpiente y el sapo”

 

A los pies de una esbelta torre,

 dormía un  sapo mansa  siesta;

cuando el hambre sintió en su vientre

una  serpiente muy siniestra.

 

Hizo en su cola un fuerte lazo,

y  acercándose  sigilosa,

la pata izquierda cazó  al sapo

 hincándole, dientes y  boca.

 

Pero viéndolo una pareja

que felices por allí pasan,

lanzáronla  piedras con fuerza,

y de sus colmillos lo sacan.

 

“De tal  funesta manera

en su vejez quedó el sapo:

panza arriba en la pradera

con tres patas y lisiado.”

 

Verano-2014.

 Imelda Pérez Delgado.

 
 
“Eterno Senderillo”
        
Erase una vez un sendero
Que siempre existió en mi pueblo,
 Los prados le han escondido
Y si le sigues, llega al caño.

Nace a los pies de la torre
De una iglesia restaurada,
Todo el pueblo le conoce
Más la senda está borrada.

Durante muchos años
Al salir de la escuela,
Los niños con sus botijos
Bajaban a la Cozuela.

Y muy contentos jugaban
Durante todo el camino;
Agua fresquita tomaban,
Rompiendo algún botijo.

La tarde era muy larga
Y ellos prisa no tenían,
Se tiraban en la hierba
Y en ella se revolvían.

Este Senderillo largo
Que ahora  parte en dos, el río,
Echa de menos aquello,
Sobre todo” aquellos niños”.


Villambroz-12-Mayo-2014.
Imelda Pérez Delgado.

 

 
 

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"poemas de
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UNO Editorial pgs. 87
Villambroz 2017
 PALENCIA    
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Imelda Pérez Delgado

"La Ruta paramera"

Poesía, 112 páginas
ISBN: 978-84-17487-16-4
PVP (papel): 10 €

Villambroz 2018
Palencia
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__________________________
Imelda Pérez Delgado

Letras me sopló el viento
- poemas -

Editorial UNO pag, 71
illambroz (Palencia)
2020
 
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